La magia de la sal

Desde tiempos antiguos la importancia de la sal ha sido ampliamente reconocida por diferentes culturas en el mundo, se utilizaba para conservar y dar sabor a los alimentos e incluso como objeto de intercambio comercial, sin embargo su valor esotérico es igual o mayor, a diferencia de lo que usualmente se cree, la sal significa protección, pureza y renovación.

La sal se utiliza para neutralizar las energías negativas y alejar a los enemigos , es uno de los elementos mágicos mas poderosos y fáciles de conseguir, no obstante se recomienda utilizarla en su estado natural (no yodada) y con un objetivo específico para una mayor efectividad.

A continuación, enlisto algunos de los rituales más áciles de hacer:

Para alejar la envidia:

Uno de los rituales más comunes de protección, consiste en colocar una foto propia, preferiblemente de cuerpo entero, sobre una superficie limpia de color rojo y posteriormente rodearla con un circulo de sal gruesa, durante 7 días se agrega una pizca de sal al circulo siempre teniendo en mente la idea de alejar la envidia. Finalmente, al cabo del séptimo día se tira la sal a una fuente de agua en movimiento -un río, una cascada o un desagüe- y se guarda la foto en un lugar seguro.

Neutralizar el mal:

Disolver en una jarra de agua 3 cucharadas de sal marina y luego derramarsela sobre la espalda justo después de haberse bañado, repetir este procedimiento durante 3 semanas consecutivas. Siempre visualizando como la sal se impregna en el cuerpo absorbiendo toda la carga negativa y adicionalmente lanzar una pequeña pizca de esta misma sal con la mano izquierda y arrojarla hacia atrás por encima del hombro derecho antes de salir de casa.

Alejar a un enemigo:

Llenar un vaso de cristal con alcohol fino y en él diluir una cucharada de sal fina, en noche de luna menguante, posteriormente escribir en un papel blanco con tinta roja el nombre de la persona que deseamos alejar de nuestras vidas , doblarlo en tres y luego sumergirlo en el vaso durante 7 días, pasado este lapso, arrojar el agua en una fuente de agua en movimiento y quemar el papel y destruir las sobras.